septiembre 21, 2008

Lo que más importa saber sobre mí...


"...Si les he contado de todos estos detalles sobre el asteroide B 612 y hasta les he confiado su número, es por consideración a las personas mayores. A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle.

Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillos rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"

(...) Es posible, en fin, que me equivoque sobre ciertos detalles muy importantes. Pero habrá que perdonármelo ya que mi amigo no me daba nunca muchas explicaciones. Me creía semejante a sí mismo y yo, desgraciadamente, no sé ver un cordero a través de una caja. Es posible que yo sea un poco como las personas mayores. He debido envejecer... "

"El Principito" (Antoine de Saint-Exupéry)

septiembre 09, 2008

La nada


Michael Ende nació en 1929 y creció con el nacionalsocialismo. Padeció la tragedia de la guerra, experiencias que contribuyeron a afianzar el anhelo de belleza, humanidad y armonía que refleja en su mundo de fantasía.

Ende, que había estudiado en la Escuela de Teatro de Cámara de Munich y fue actor profesional y crítico de cine, se dedica por entero a la literatura en la década del 60.

Sus obras más recordadas son Momo (donde los personajes malvados roban el tiempo a las personas) y La historia interminable.

Fragmento de “La historia sin fin”

- No moriré tan fácil, soy un Guerrero.

- Si eres Guerrero, pelea con la Nada.

- Lo haría, pero no pude cruzar los límites de Fantasía. (Gmork rió estrepitosamente).

- No le veo la gracia.

- Fantasía no tiene límites...

- Eso no es cierto, mientes!!!

- Niño tonto, no sabes nada de la historia de Fantasía. Es el mundo de las Fantasías humanas. Cada parte, cada criatura, pertenecen al mundo de los sueños y esperanzas de la humanidad. Por consiguiente, no existen límites para Fantasía...


- ¿Y por qué está muriendo entonces...?

-Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando a sus sueños. Así es como la Nada se vuelve más fuerte.

- ¿Qué es la Nada?

-Es el vacío que queda, la desolación que destruye este mundo y mi encomienda es ayudar a la Nada.

- ¿Por qué?

-Porque el humano sin esperanzas es fácil de controlar y aquél que tenga el control, tendrá el Poder.


En el ambiente de los años sesenta en Alemania reinaba la reivindicación a ultranza del realismo y de textos comprometidos socialmente. La crítica oficial afirmaba que sólo los libros de efecto didáctico en política y en la crítica social constituían la verdadera literatura. Todo el resto era descalificado como escapista o literatura de evasión. Sobre todo la literatura "fantástica". Algunas de sus novelas sin embargo fueron censuradas y varias galardonadas con los premios más prestigiosos al tiempo que se convertían en un impresionante éxito editorial y servían de base para películas de gran aceptación popular.

Pero lo más interesante es que estos cuentos, aparentemente inocentes o fantasiosos (“para chicos”) tienen un trasfondo completamente filosófico. Preguntar al Tiempo si es la Muerte, pensar en la infinita imagen de un espejo que se mira en otro espejo, o la misma idea de la nada, son cosas que dan que pensar.

Lo cierto es que en la época en la que vivimos no vienen nada mal volver a ciertas cuestiones que, aunque parezcan muy abstractas, tienen que ver o afectan el modo diario de conducirnos. Esperemos que el Poder y la Nada no se apoderen de nuestra sociedad. Pensemos en el vocabulario acotado de los jóvenes que votaron por primera vez (que son muchos). Pensemos que el lenguaje es claramente una herramienta para pensar y que si no se lo tiene, la dominación cultural, ideológica, la escasa representación democrática, el no poder advertir que a través de una falsa promesa les están comprando el voto, ganan terreno.
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la imagen pertenece al padre de Ende, pintor surrealista

septiembre 01, 2008

I want to belive


En el mundo de la televisión mundial existe un programa llamado "Cruzando al mas allá, con John Edward" (hace un tiempo por el canal People + Arts) . Allí el conductor logra comunicarse con seres fallecidos de personas que están presentes en el estudio de tv, en la tribuna. El conductor (John Edward, nacido en EEUU, desarrolló su don de comunicación extra-terrenal a los 15 años) se dirige a algún espectador en particular y comienza a realizarle preguntas. El pariente o amigo fallecido de esa persona le contestaría al conductor y así comunicaría que está bien o enviaría algún mensaje para la persona viva. ¿Será verdad?

Acá se presentan dos problemas:

1- es un programa de TV (lo que significa una “puesta en escena” de por sí)
2- aún si la actividad del médium se llevara a cabo en un consultorio privado también se podría dudar de su veracidad.

Esto sin contar la opacidad que significaría la “traducción” o interpretación que el conductor haría de los mensajes provenientes del más allá. (Edward diría lo que cree que le dicen los que ya no tienen voz...)

Si uno lo vé puede fácilmente pensar que es imposible y que esta todo armado. Y parece que sí. Encontré un artículo donde se denuncian ciertos “trucos” característicos de este tipo de actividad de adivinación. Por ejemplo, durante la larga espera antes de entrar en el estudio, los ayudantes del médium se mezclaban con los invitados, conversaban con ellos y les hacían rellenar tarjetas con su nombre y árbol genealógico. También existe la llamada “lectura en frío”, una técnica que consiste en usar las preguntas que se le hacen a la persona viva para (en vivo) ir extrayéndole información hasta estar en condiciones de emitir un “oráculo” verosímil.

Pero lo más llamativo fue que después de un largo argumento donde se explicaba, lógicamente, por qué la mecánica del programa era una farsa hay 170 comentarios de los cuales 114 (sí, los conté) piden ayuda directamente a John o a otro médium, 15 se declaran “escépticos”, 3 personas (Joseph y Maria Luisa y Rosa) ofrecen sus servicios (de forma gratuita, aparentemente) y una busca reencontrarse con su mascota.

Si bien algún otro programa televisovo como “Bullshit: Penn & Teller” ya debe haber desenmascarado todo este asunto, me resulta curioso que cada vez que lo veo me genera atracción y supongo que en eso reside su éxito televisivo.

¿Hasta donde la necesidad de creer en algo a veces “nubla” nuestra racionalidad? Pero también ¿Existirán personas que tienen algún don especial, un sexto sentido más desarrollado que otros, hay gente más intuitiva? ¿Será que, como afirman algunos, cuando las casualidades son demasiadas la mente sólo las concibe como “magia” o superstición? ¿Será que las personas descartan lo que no cabe dentro de su visión del mundo y tiene que quedarse con la evidencia que confirma sus creencias y a ignorar lo que las contradice?